Un mexicano promedio tira el equivalente a 300 veces su peso a lo largo de su vida, ¡es muchísma basura! Pero podemos hacer algo separando la basura en orgánica e inorgánica.
Es muy fácil distinguir entre la basura orgánica y la inorgánica. La orgánica es toda aquella que alguna vez tuvo vida como las naranjas de tu jugo que alguna vez estuvieron en un árbol. La inorgánica nunca ha tenido vida y por lo general es lo producido por el hombre. Además, si colocas una cáscara de naranja y una bolsa de plástico en un lugar del jardín donde la puedas ver por una semana, verás que la cáscara cambia y la bolsa no.
Hay muchos beneficios de separar estos dos tipos de basura. Al separar la basura orgánica puedes hacer compost, una mezcla de basura orgánica mezclada con hojas, tierra y agua que resulta en un fertilizante natural y poderoso que genera nutrientes para tu jardín y plantas. Al separar y reciclar la basura inorgánica ayudamos al medio ambiente. El vidrio, plástico y latas de aluminio son reusables y altamente reciclables. Llévalos a un centro de reciclaje y recuerda las 3 Rs: Reduce, Reúsa y Recicla.
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