Ayudar y aprender ya parecen ser dos buenas razones para ser voluntario. Pero hay una tercera: conocer otros lugares, costumbres y personas. El voluntariado ó voluntarismo propone visitar otras partes del globo y emprender actividades de ayuda solidaria o de protección ambiental aprovechando el viaje para empaparse de la cultura del lugar.
La organización Voluntario Global propone cuatro semanas de voluntariado en Buenos Aires con alojamiento en el Club-Casa del Voluntario y un curso de español, más el traslado al aeropuerto, y hasta una clase de tango, por 750 dolares. O un paquete de seis semanas de español y voluntariado en el Norte argentino con alojamiento y comida incluidos, por 980 dolares.
Del lado de la ecología, Earthwatch ofrece 140 expediciones dentro de las que está la posibilidad de investigar el crecimiento de los árboles frente al cambio climático en Paradise Wood, Inglaterra, o evaluar el daño producido por el derrame de petróleo en el Golfo de México.
Por altruismo, por amor a la naturaleza, por un espíritu de aventura o simplemente como práctica complementaria para una carrera afín, cada vez más jóvenes deciden volcarse al voluntariado ambiental en busca de una experiencia diferente y enriquecedora.
En el mundo existen 140 millones de personas que hacen trabajo voluntario y conforman el 85% de las 51.750 fundaciones, asociaciones y organizaciones sin fines de lucro en Argentina, según el informe de "Caracterización del Tercer Sector en la Argentina" de Patricia Altamirano y Karina Caballero.
Quizás la organización verde por excelencia en nuestro país, o por lo menos la que más vuelo mediático tiene, sea Greenpeace. El grupo internacional cumplió en 2011 cuarenta años de labor. "En cierta forma lo tomo como un trabajo porque es muy grande el compromiso que tengo. Y por otro lado, es una pasión. Lo hago porque lo siento", comentó Natural Costamagna, de 27 años, voluntaria de Greenpeace desde 2007.
Hay otras organizaciones más chicas que se enfrentan a una realidad diferente, como es el caso de la Fundación Proteger, creada en la provincia de Santa Fe en octubre de 1991, cuyo programa de voluntariado sigue en pie pero por el momento no le están dando difusión.
por Denise Destéfano - Convivimos
La organización Voluntario Global propone cuatro semanas de voluntariado en Buenos Aires con alojamiento en el Club-Casa del Voluntario y un curso de español, más el traslado al aeropuerto, y hasta una clase de tango, por 750 dolares. O un paquete de seis semanas de español y voluntariado en el Norte argentino con alojamiento y comida incluidos, por 980 dolares.
Del lado de la ecología, Earthwatch ofrece 140 expediciones dentro de las que está la posibilidad de investigar el crecimiento de los árboles frente al cambio climático en Paradise Wood, Inglaterra, o evaluar el daño producido por el derrame de petróleo en el Golfo de México.
Por altruismo, por amor a la naturaleza, por un espíritu de aventura o simplemente como práctica complementaria para una carrera afín, cada vez más jóvenes deciden volcarse al voluntariado ambiental en busca de una experiencia diferente y enriquecedora.
En el mundo existen 140 millones de personas que hacen trabajo voluntario y conforman el 85% de las 51.750 fundaciones, asociaciones y organizaciones sin fines de lucro en Argentina, según el informe de "Caracterización del Tercer Sector en la Argentina" de Patricia Altamirano y Karina Caballero.
Quizás la organización verde por excelencia en nuestro país, o por lo menos la que más vuelo mediático tiene, sea Greenpeace. El grupo internacional cumplió en 2011 cuarenta años de labor. "En cierta forma lo tomo como un trabajo porque es muy grande el compromiso que tengo. Y por otro lado, es una pasión. Lo hago porque lo siento", comentó Natural Costamagna, de 27 años, voluntaria de Greenpeace desde 2007.
Hay otras organizaciones más chicas que se enfrentan a una realidad diferente, como es el caso de la Fundación Proteger, creada en la provincia de Santa Fe en octubre de 1991, cuyo programa de voluntariado sigue en pie pero por el momento no le están dando difusión.
por Denise Destéfano - Convivimos
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