El perro pastor blanco suizo se ganó su lugar por el color de su pelaje, que lo distingue de los lobos en el rebaño. En casa, es vigilante pero no agresivo y se lleva muy bien con los niños.
El pastor blanco suizo es el resultado de las cruzas de esta raza, que resultó convirtiéndose en un predilecto de los pastores por ser más fácil de distinguir de los lobos, especialmente durante la noche. Muchos criadores han determinado que su color es debido al albinismo y que se puede mantener gracias al gen recesivo simple, del cual ambos padres deben ser poseedores para que pueda seguir la descendencia.
Algunos decidieron eliminar al pastor alemán blanco después de la postguerra, ya que para ellos eran eficientes, pero aún así se pudo recuperar debido a que otros paises decidieron también criarlos.
Es un perro de indiscutible belleza y gran porte. Su cuerpo tiene forma de rectángulo ligeramente alargado y vive entre 13 y 15 años. Manifiesta un gran temperamento, posee musculatura poderosa y demuestra gran inteligencia, ya que aprende con una rapidez asombrosa y solo a tono de voz.
Es muy equilibrado emocionalmente, tiene gran coraje, es fiel y noble, por eso necesita un grupo familiar y mucho más la compañía de niños. Desconfiado con los extraños y atento siempre a las directivas de su amo, si bien no es un animal de ataque, puede actuar como defensor.
Es dúctil y se adapta a cualquier función: actúa en guardia, defensa, búsqueda, atención a minusválidos, trabajo, y tiene una presencia estupenda en las pistas de destrezas. Una educación adecuada, paciencia y amor son la fórmula perfecta para su instrucción, que debe ser suave, sin gritos ni tirones, pues es altamente sensible.
Para evitar su agresividad en un futuro, se puede realizar una socialización temprana. Debido a los usos que pueden darse, como pastoreo o perro guardián, es posible entrenarlo de distintas maneras para que reconozca las tareas que debe realizar.
Por su pH especial, no tiene olor, requiere solo cepillado semanal y poco baño, aunque es amante del agua. A pesar de ser, en promedio, más saludable que muchas otras razas de perros, el pastor blanco suizo tiene predisposición a ciertes enfermedades.
De acuerdo con el United White Shepherd Club, entre las enfermedades comunes de la raza se encuentran: alergias, dermatitis, torsión gástrica, epilepsia, enfermedades cardíacas y displasia de cadera. Entre las menos comunes se encuentran la enfermedad de Adison, cataratas y osteodistrofia hipertrófica.
Los pastores blancos suelen ser poco activos en interiores, pero necesitan una buena dosis diaria de ejercicios al aire libre para quemar: por lo menos dos o tres paseos diarios, además de algún tiempo de juego.
fuente: Convivimos
El pastor blanco suizo es el resultado de las cruzas de esta raza, que resultó convirtiéndose en un predilecto de los pastores por ser más fácil de distinguir de los lobos, especialmente durante la noche. Muchos criadores han determinado que su color es debido al albinismo y que se puede mantener gracias al gen recesivo simple, del cual ambos padres deben ser poseedores para que pueda seguir la descendencia.
Algunos decidieron eliminar al pastor alemán blanco después de la postguerra, ya que para ellos eran eficientes, pero aún así se pudo recuperar debido a que otros paises decidieron también criarlos.
Es un perro de indiscutible belleza y gran porte. Su cuerpo tiene forma de rectángulo ligeramente alargado y vive entre 13 y 15 años. Manifiesta un gran temperamento, posee musculatura poderosa y demuestra gran inteligencia, ya que aprende con una rapidez asombrosa y solo a tono de voz.
Es muy equilibrado emocionalmente, tiene gran coraje, es fiel y noble, por eso necesita un grupo familiar y mucho más la compañía de niños. Desconfiado con los extraños y atento siempre a las directivas de su amo, si bien no es un animal de ataque, puede actuar como defensor.
Es dúctil y se adapta a cualquier función: actúa en guardia, defensa, búsqueda, atención a minusválidos, trabajo, y tiene una presencia estupenda en las pistas de destrezas. Una educación adecuada, paciencia y amor son la fórmula perfecta para su instrucción, que debe ser suave, sin gritos ni tirones, pues es altamente sensible.
Para evitar su agresividad en un futuro, se puede realizar una socialización temprana. Debido a los usos que pueden darse, como pastoreo o perro guardián, es posible entrenarlo de distintas maneras para que reconozca las tareas que debe realizar.
Por su pH especial, no tiene olor, requiere solo cepillado semanal y poco baño, aunque es amante del agua. A pesar de ser, en promedio, más saludable que muchas otras razas de perros, el pastor blanco suizo tiene predisposición a ciertes enfermedades.
De acuerdo con el United White Shepherd Club, entre las enfermedades comunes de la raza se encuentran: alergias, dermatitis, torsión gástrica, epilepsia, enfermedades cardíacas y displasia de cadera. Entre las menos comunes se encuentran la enfermedad de Adison, cataratas y osteodistrofia hipertrófica.
Los pastores blancos suelen ser poco activos en interiores, pero necesitan una buena dosis diaria de ejercicios al aire libre para quemar: por lo menos dos o tres paseos diarios, además de algún tiempo de juego.
fuente: Convivimos
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