Si colgaste la facultad a los 20 años porque no te gustaba. Si dejaste porque diste prioridad a tus hijos. O si, simplemente antes no tenías ganas de estudiar y ahora sí, no lo dudes: siempre estás a tiempo para empezar una carrera.
No existe una edad ideal para el estudio. La única ventaja de los adolescentes sobre los que ya tienen una vida organizada, son los tiempos. Los más jóvenes no tienen otras responsabilidades, mientras que después de los 30, es probable que además de un trabajo, tengas pareja, casa e hijos que demandan atención.
La solución en estas situaciones es seguir una carrera corta y práctica que permita una rápida salida laboral. Y antes de embarcarte en la vida universitaria hay que considerar la cantidad de horas disponibles para sentarse frente a los libros, no sólo en la voluntad para asistir a las clases. En cuanto al resto, todas son ventajas: “Ese es un buen momento para estudiar”–afirma la profesora Clara de Barbero Sarzabal, psicopedagoga y directora de ECOLE – “porque la vocación está más decantada y hay más seriedad y responsabilidad. En estos casos muchas veces la orientación vocacional sirve para confirmar lo que las mujeres ya saben de sí mismas y les da mucha autoestima”.
“El ingreso a la universidad forma parte de una decisión importante en la vida de cualquier persona. En los adolescentes quizás sea más leve porque muchos lo ven como la continuación del colegio: lo que sigue”, aclara la licenciada Diana Aisenson directora de la Dirección de Orientación al Estudiante de la Universidad de Buenos Aires. “Pero en el caso de adultos que van a iniciar sus estudios superiores esta decisión es más el resultado de un proceso de reflexión interior. Otras veces representa el intento de resolver interrogantes sobre su futuro en el marco de su situación actual en la sociedad. Cuando los chicos crecen y están ocupados con sus propias actividades se da un cambio importante en la vida de muchas mujeres y se preguntan: ¿Ya no nos necesitan como antes? Y la respuesta es que nos necesitan de una manera diferente.
Entonces comienzan a sentir un vacío que muchos autores llaman ‘el nido vacío’, pero es simplemente el momento de comenzar a ocuparse de su propio mundo.”
Después de estar tan volcada hacia los demás –hijos y esposo–, animarse a pensar en una misma y retomar proyectos que quedaron interrumpidos o postergados, también implica ciertas dificultades. Sin embargo, lo fundamental es poder enfrentarlas. Encontrar nuevos sentidos y significados a la vida. Como consecuencia, al modificarse positivamente la relación consigo misma, la valoración personal de la mujer mejora y, al mismo tiempo, el respeto de su familia. Animarse al cambio, vale la pena.
En este sentido, la licenciada Aisenson afirma que “Es un momento de transición importante. Conlleva un cambio de vida muy grande. Por eso hay que reflexionar bien sobre cuál será la carrera elegida. A solas, con el esposo, con amigas, con algún otro familiar cercano, o también recurriendo a un centro de orientación vocacional, es el momento de hacer un balance. Conviene repasar la actividad de los últimos años: el nacimiento de los hijos, su crianza, la entrada en la escuela, y también reconectarse con las etapas anteriores.
Pensar qué queríamos hacer, qué hicimos y qué no. Quizás ya no nos interesan tanto esas mismas cosas porque tenemos nuevas inquietudes. Y además, se necesita conocer las nuevas posibilidades que han surgido en los últimos años”.
Queremos retomar un trabajo anterior? ¿Queremos hacer algo diferente? ¿Nos sentimos preparadas para un posible trabajo? ¿O sentimos que no sabemos qué hacer afuera de la casa? Responder a estas preguntas con sinceridad es fundamental para comenzar esta nueva etapa de la vida.
El principal fantasma es “haber perdido muchos años”. Este es el motivo por el que prefieren las carreras cortas. También porque implican metas concretas más alcanzables y permiten una inserción laboral más próxima. Y esto es un acierto, porque aunque la valorización de las carreras tradicionales sigue siendo mucha, una capacitación práctica sobre un quehacer concreto provee una salida laboral más “palpable”.
“Actualmente el mundo del trabajo ha cambiado mucho. La posibilidad de prepararse y formarse, ya no es solamente para los jóvenes, así que para trabajar primero será necesario estudiar. ¿Dónde y cómo? Estas averiguaciones se centran sobre dos ejes: la propia persona y el entorno. En cuanto al primero, sobre las propias intenciones acerca de qué nos gustaría hacer en el futuro y lo que es deseable y lo que posible.
Hay que pensar en el momento actual, en la propia historia, en el futuro y en qué metas nos interesan, para poder elaborar un proyecto. En segundo término, está la necesidad de averiguar sobre la formación que más nos conviene emprender”, resume la licenciada Diana Aisenson.
Históricamente la mujer se inclinó a las carreras humanísticas, la docencia y la salud. En la actualidad, la mujer no está obligada a elegir determinadas áreas. En este momento entre las carreras largas más elegidas por ambos sexos están Administración de empresas, Comunicación Social, Diseño Gráfico y Analista de sistemas. Pero existe una amplia oferta de carreras cortas diferentes (ver recuadro), que permiten conseguir trabajo más rápidamente.
Es fundamental que todas las personas nos comprometamos con las decisiones que tomamos. Pero también es importante que reconozcamos el derecho a dudar. E incluso que nos permitamos modificar esas decisiones. “Esta forma de proceder no significa falta de compromiso ni de responsabilidad”–afirma la licenciada Aisenson– “por el contrario, requiere de mucha sinceridad y valentía”. La clave está en ser sincera con una misma en todos los aspectos. Porque si hay equivocaciones, es la única manera de vivirlas como parte de un proceso de aprendizaje y no como traumas. En este sentido, la profesora Barbero Sarzabal es elocuente: “Hay personas que tienen una vocación dormida y nunca se animan a despertarla. Porque una vocación implica un gran compromiso y no saben si pueden afrontarlo”.
ROMPER LOS ESQUEMAS
Dicen que empezar una carrera muchos años después de terminar la escuela no es lo tradicional. ¿Y qué? Si todos nos quedáramos sólo en lo preestablecido, las mujeres nunca hubiéramos salido de la cocina. Cecilia Grierson, por ejemplo, la primera mujer médica argentina, se animó a estudiar a principios de siglo y muchos la acusaron de rebelde y loca.
Hoy las cosas no son tan así. Hace rato que está socialmente aceptado el que estudiemos. Y, cada vez más, que lo hagamos a cualquier edad. Teresita Garbesi, por ejemplo, empezó a estudiar periodismo en la UCA a los 34 años, en 1996. Se recibió y hoy la ex modelo trabaja en “El oro y el moro” en Radio 10, y cuenta que: “retomar los libros no fue difícil, aunque sí tuve que hacer un gran cambio en mi vida. Yo ya tenía a mis dos hijos (Martina y Mateo, hoy de 13 y 9), y tenía que estudiar los fines de semana, porque además trabajaba. Pero lo resolví invitando a mis compañeros siempre a casa, así mis hijos me tenían cerca.
Es cierto que yo era la más ‘vieja’ de la clase y mis compañeros tenían otras expectativas. Pero eso no fue una desventaja. Por el contrario: yo buscaba darle solidez a una carrera que sabía que me gustaba. Mientras ellos estaban buscando su camino”.
A LA HORA DE ELEGIR
Mirar la realidad con “curiosidad”.
No aferrarse a intereses antiguos.
Dejar los prejuicios de lado.
Analizar en profundidad las opciones y no tomar decisiones apresuradas.
No pensar en objetivos materialistas o de status.
Animarse a ser uno mismo.
Pedir consejo profesional.
CARRERAS CORTAS
Perito en Accidentología: habilita para la investigación técnico-científica de accidentes. Podrá dirigir y realizar la inspección en el lugar del hecho mediante los relevamientos fotográficos, videográficos y planimétricos. Tel: 4342-9034.
Grafólogo Público: Prepara para investigar científicamente la personalidad humana a través del estudio de la escritura manuscrita. También se encarga de discernir entre escrituras auténticas y falsas. Tel: 4813-1072.
Perito en Papiloscopía: se ocupa de la identificación de las personas mediante impresiones digitales palmares y plantares. Identifica recién nacidos y cadáveres. Tel: 4902-4543.
Técnico en Prevención de Adicciones: se encarga de la prevención, detección y recuperación de las adicciones. El alumno recibe formación psicológica, social, legal y asistencial. Tel: 4702- 1142.
Técnico Superior en Cosméticos y Perfumes: enseña conocimientos sobre las materias primas olorosas y sus sabores para la elaboración de los productos. Está al tanto de la legislación vigente para el trabajo del laboratorio y participa en paneles sensoriales para la optimización de productos perfumistas. Tel: 4832-2068.
Técnico Superior Paisajista: realiza el diseño de balcones, patios, jardines, espacios interiores, plazas y espacios a gran escala. Se desempeña también como asesor de viveros. Tel: 4824-5656.
DE GRANDE ES MAS FACIL
“Después de los 30 estás mejor preparada para enfrentar una carrera”, cuenta Gabriela Rossi, 34 años, quien está en 5º año de Medicina en la UAI (Universidad Abierta Interamericana). “Es fantástico porque tenés otra capacidad de aprendizaje y entendimiento. Yo seguí el profesorado de Biología después del colegio, pero no ponés las mismas ganas cuando sos más chica. Es cierto que de grande a veces se hace difícil porque tenés más responsabilidades.
Al principio fue duro dejar a Malena, que hoy tiene 7 meses, para ir a las prácticas diarias al hospital. Pero de a poco ves que tu hija sigue creciendo aunque vos no la estés mirando todo el día y te vas acomodando. Si tenés ganas de estudiar, estar casada y tener un hijo no es un obstáculo: es un incentivo para crecer. Eso sí: en todo esto es clave el apoyo de tu pareja”.
DIRECCIONES
Servicio gratuito de Orientación vocacional de la Universidad de Buenos Aires: Uriburu 950, entrepiso.
Tel: 4508 3621/22.
Servicio de Orientación Vocacional y Ocupacional de la Facultad de Psicología: hay grupos de orientación.
Tel: 4932-6212.
Texto: Lorena López.
fuente: parati.com.ar
No existe una edad ideal para el estudio. La única ventaja de los adolescentes sobre los que ya tienen una vida organizada, son los tiempos. Los más jóvenes no tienen otras responsabilidades, mientras que después de los 30, es probable que además de un trabajo, tengas pareja, casa e hijos que demandan atención.
La solución en estas situaciones es seguir una carrera corta y práctica que permita una rápida salida laboral. Y antes de embarcarte en la vida universitaria hay que considerar la cantidad de horas disponibles para sentarse frente a los libros, no sólo en la voluntad para asistir a las clases. En cuanto al resto, todas son ventajas: “Ese es un buen momento para estudiar”–afirma la profesora Clara de Barbero Sarzabal, psicopedagoga y directora de ECOLE – “porque la vocación está más decantada y hay más seriedad y responsabilidad. En estos casos muchas veces la orientación vocacional sirve para confirmar lo que las mujeres ya saben de sí mismas y les da mucha autoestima”.
“El ingreso a la universidad forma parte de una decisión importante en la vida de cualquier persona. En los adolescentes quizás sea más leve porque muchos lo ven como la continuación del colegio: lo que sigue”, aclara la licenciada Diana Aisenson directora de la Dirección de Orientación al Estudiante de la Universidad de Buenos Aires. “Pero en el caso de adultos que van a iniciar sus estudios superiores esta decisión es más el resultado de un proceso de reflexión interior. Otras veces representa el intento de resolver interrogantes sobre su futuro en el marco de su situación actual en la sociedad. Cuando los chicos crecen y están ocupados con sus propias actividades se da un cambio importante en la vida de muchas mujeres y se preguntan: ¿Ya no nos necesitan como antes? Y la respuesta es que nos necesitan de una manera diferente.
Entonces comienzan a sentir un vacío que muchos autores llaman ‘el nido vacío’, pero es simplemente el momento de comenzar a ocuparse de su propio mundo.”
Después de estar tan volcada hacia los demás –hijos y esposo–, animarse a pensar en una misma y retomar proyectos que quedaron interrumpidos o postergados, también implica ciertas dificultades. Sin embargo, lo fundamental es poder enfrentarlas. Encontrar nuevos sentidos y significados a la vida. Como consecuencia, al modificarse positivamente la relación consigo misma, la valoración personal de la mujer mejora y, al mismo tiempo, el respeto de su familia. Animarse al cambio, vale la pena.
En este sentido, la licenciada Aisenson afirma que “Es un momento de transición importante. Conlleva un cambio de vida muy grande. Por eso hay que reflexionar bien sobre cuál será la carrera elegida. A solas, con el esposo, con amigas, con algún otro familiar cercano, o también recurriendo a un centro de orientación vocacional, es el momento de hacer un balance. Conviene repasar la actividad de los últimos años: el nacimiento de los hijos, su crianza, la entrada en la escuela, y también reconectarse con las etapas anteriores.
Pensar qué queríamos hacer, qué hicimos y qué no. Quizás ya no nos interesan tanto esas mismas cosas porque tenemos nuevas inquietudes. Y además, se necesita conocer las nuevas posibilidades que han surgido en los últimos años”.
Queremos retomar un trabajo anterior? ¿Queremos hacer algo diferente? ¿Nos sentimos preparadas para un posible trabajo? ¿O sentimos que no sabemos qué hacer afuera de la casa? Responder a estas preguntas con sinceridad es fundamental para comenzar esta nueva etapa de la vida.
El principal fantasma es “haber perdido muchos años”. Este es el motivo por el que prefieren las carreras cortas. También porque implican metas concretas más alcanzables y permiten una inserción laboral más próxima. Y esto es un acierto, porque aunque la valorización de las carreras tradicionales sigue siendo mucha, una capacitación práctica sobre un quehacer concreto provee una salida laboral más “palpable”.
“Actualmente el mundo del trabajo ha cambiado mucho. La posibilidad de prepararse y formarse, ya no es solamente para los jóvenes, así que para trabajar primero será necesario estudiar. ¿Dónde y cómo? Estas averiguaciones se centran sobre dos ejes: la propia persona y el entorno. En cuanto al primero, sobre las propias intenciones acerca de qué nos gustaría hacer en el futuro y lo que es deseable y lo que posible.
Hay que pensar en el momento actual, en la propia historia, en el futuro y en qué metas nos interesan, para poder elaborar un proyecto. En segundo término, está la necesidad de averiguar sobre la formación que más nos conviene emprender”, resume la licenciada Diana Aisenson.
Históricamente la mujer se inclinó a las carreras humanísticas, la docencia y la salud. En la actualidad, la mujer no está obligada a elegir determinadas áreas. En este momento entre las carreras largas más elegidas por ambos sexos están Administración de empresas, Comunicación Social, Diseño Gráfico y Analista de sistemas. Pero existe una amplia oferta de carreras cortas diferentes (ver recuadro), que permiten conseguir trabajo más rápidamente.
Es fundamental que todas las personas nos comprometamos con las decisiones que tomamos. Pero también es importante que reconozcamos el derecho a dudar. E incluso que nos permitamos modificar esas decisiones. “Esta forma de proceder no significa falta de compromiso ni de responsabilidad”–afirma la licenciada Aisenson– “por el contrario, requiere de mucha sinceridad y valentía”. La clave está en ser sincera con una misma en todos los aspectos. Porque si hay equivocaciones, es la única manera de vivirlas como parte de un proceso de aprendizaje y no como traumas. En este sentido, la profesora Barbero Sarzabal es elocuente: “Hay personas que tienen una vocación dormida y nunca se animan a despertarla. Porque una vocación implica un gran compromiso y no saben si pueden afrontarlo”.
ROMPER LOS ESQUEMAS
Dicen que empezar una carrera muchos años después de terminar la escuela no es lo tradicional. ¿Y qué? Si todos nos quedáramos sólo en lo preestablecido, las mujeres nunca hubiéramos salido de la cocina. Cecilia Grierson, por ejemplo, la primera mujer médica argentina, se animó a estudiar a principios de siglo y muchos la acusaron de rebelde y loca.
Hoy las cosas no son tan así. Hace rato que está socialmente aceptado el que estudiemos. Y, cada vez más, que lo hagamos a cualquier edad. Teresita Garbesi, por ejemplo, empezó a estudiar periodismo en la UCA a los 34 años, en 1996. Se recibió y hoy la ex modelo trabaja en “El oro y el moro” en Radio 10, y cuenta que: “retomar los libros no fue difícil, aunque sí tuve que hacer un gran cambio en mi vida. Yo ya tenía a mis dos hijos (Martina y Mateo, hoy de 13 y 9), y tenía que estudiar los fines de semana, porque además trabajaba. Pero lo resolví invitando a mis compañeros siempre a casa, así mis hijos me tenían cerca.
Es cierto que yo era la más ‘vieja’ de la clase y mis compañeros tenían otras expectativas. Pero eso no fue una desventaja. Por el contrario: yo buscaba darle solidez a una carrera que sabía que me gustaba. Mientras ellos estaban buscando su camino”.
A LA HORA DE ELEGIR
Mirar la realidad con “curiosidad”.
No aferrarse a intereses antiguos.
Dejar los prejuicios de lado.
Analizar en profundidad las opciones y no tomar decisiones apresuradas.
No pensar en objetivos materialistas o de status.
Animarse a ser uno mismo.
Pedir consejo profesional.
CARRERAS CORTAS
Perito en Accidentología: habilita para la investigación técnico-científica de accidentes. Podrá dirigir y realizar la inspección en el lugar del hecho mediante los relevamientos fotográficos, videográficos y planimétricos. Tel: 4342-9034.
Grafólogo Público: Prepara para investigar científicamente la personalidad humana a través del estudio de la escritura manuscrita. También se encarga de discernir entre escrituras auténticas y falsas. Tel: 4813-1072.
Perito en Papiloscopía: se ocupa de la identificación de las personas mediante impresiones digitales palmares y plantares. Identifica recién nacidos y cadáveres. Tel: 4902-4543.
Técnico en Prevención de Adicciones: se encarga de la prevención, detección y recuperación de las adicciones. El alumno recibe formación psicológica, social, legal y asistencial. Tel: 4702- 1142.
Técnico Superior en Cosméticos y Perfumes: enseña conocimientos sobre las materias primas olorosas y sus sabores para la elaboración de los productos. Está al tanto de la legislación vigente para el trabajo del laboratorio y participa en paneles sensoriales para la optimización de productos perfumistas. Tel: 4832-2068.
Técnico Superior Paisajista: realiza el diseño de balcones, patios, jardines, espacios interiores, plazas y espacios a gran escala. Se desempeña también como asesor de viveros. Tel: 4824-5656.
DE GRANDE ES MAS FACIL
“Después de los 30 estás mejor preparada para enfrentar una carrera”, cuenta Gabriela Rossi, 34 años, quien está en 5º año de Medicina en la UAI (Universidad Abierta Interamericana). “Es fantástico porque tenés otra capacidad de aprendizaje y entendimiento. Yo seguí el profesorado de Biología después del colegio, pero no ponés las mismas ganas cuando sos más chica. Es cierto que de grande a veces se hace difícil porque tenés más responsabilidades.
Al principio fue duro dejar a Malena, que hoy tiene 7 meses, para ir a las prácticas diarias al hospital. Pero de a poco ves que tu hija sigue creciendo aunque vos no la estés mirando todo el día y te vas acomodando. Si tenés ganas de estudiar, estar casada y tener un hijo no es un obstáculo: es un incentivo para crecer. Eso sí: en todo esto es clave el apoyo de tu pareja”.
DIRECCIONES
Servicio gratuito de Orientación vocacional de la Universidad de Buenos Aires: Uriburu 950, entrepiso.
Tel: 4508 3621/22.
Servicio de Orientación Vocacional y Ocupacional de la Facultad de Psicología: hay grupos de orientación.
Tel: 4932-6212.
Texto: Lorena López.
fuente: parati.com.ar
Hay oportunidades al alcance de todos, solo hay que saber buscar: www.negociosrentablesmexico.com
ResponderEliminarEs una pena que la edad sea una limitante para que las personas tengan un empleo, pero siempre existe la alternativa del emprendimiento que a muchas personas les ha resultado la mejor opción para genere los ingresos necesarios para su sustento.
ResponderEliminarExisten excelentes alternativas de emprendimiento de baja inversión como la que se presenta en la siguiente página: http://ingresosextrasdesdecasa.com.mx/
Hola amigos
ResponderEliminarGanar dinero por internet es mas facil de lo que pienzas pero tienes que escoger una empresa de confianza que de verdad te pague por tu tiempo yo te recomiendo veas esta informacion aquí: http://encuestaspordinero1.blogspot.com/
el trabajo es sencillo solo debes llenar encuestas, es decir dar tu opinion, yo en un principio gane 100 $us a la semana, pero cuando ya empese a trabajar 4 horas al dia gane 328 $us aunque conosco personas que ganan mas que yo a la semana, mientras mas tiempo dediques a las encuestas mas dinero ganas, esta es mi experiencia. Saludos a todos.