Olvidate del celular y los embotellamientos de tránsito. Dejá de lado los zapatos de taco, o el traje, para emprender un viaje único hacia el interior de la selva amazónica, disfrutando del más exuberante espectáculo de la naturaleza.
Una vez inmersos en la región de la amazonia brasilera –formada por 8 estados al norte del país– no hace falta que nos digan que, con 6,5 millones de kilómetros cuadrados, este lugar es una de las más importantes fuentes de oxígeno del mundo. Es el pulmón de la Tierra y corazón de un viaje-aventura, que ya empieza a latir en Manaos, ciudad capital del mayor estado de Brasil, y un lugar muy pintoresco que vale la pena conocer.
Una vez inmersos en la región de la amazonia brasilera –formada por 8 estados al norte del país– no hace falta que nos digan que, con 6,5 millones de kilómetros cuadrados, este lugar es una de las más importantes fuentes de oxígeno del mundo. Es el pulmón de la Tierra y corazón de un viaje-aventura, que ya empieza a latir en Manaos, ciudad capital del mayor estado de Brasil, y un lugar muy pintoresco que vale la pena conocer.
Caminando por sus callecitas se pueden apreciar majestuosos edificios que se mantienen en pie, un siglo después de la época dorada que vivió esta región a partir de la extracción del caucho. En este circuito por el casco urbano, dos paradas imperdibles son el teatro de la Opera y el Mercado del Puerto, un lugar ideal para quienes buscan artesanías o quieren probar la cocina regional: pirarucú a la plancha y sopa de pirañas –ambas hechas con los peces más tradicionales de la zona, bananas fritas y dos frutas típicas, la carambola y el bacuri.
Zona de aventuras
Las lanchas camino a la selva salen del embarcadero del Hotel Tropical Manaos, a 15 kilómetros del centro de la ciudad. Tras dos horas de viaje por el Río Negro –uno de los afluentes más importantes del Río Amazonas- se llega al hotel Ariaú Amazon Towers, ubicado a 60 kilómetros al noroeste de Manaos. Es el único complejo hotelero ubicado en el corazón de la selva amazónica. Sus seis torres de madera están interconectadas por pasarelas que permiten andar a los visitantes entre las copas de los árboles. Por eso no hay que asombrarse si, camino a la habitación, una se encuentra con una familia entera de macacos, los más simpáticos monos del lugar a los que les encanta el contacto con los viajeros.
Desde ahí, las excursiones que se organizan son muy variadas y se adaptan a casi todos los diarios de viaje. Los más aventureros no pueden perderse la pesca de pirañas, o la excursión nocturna para descubrir los caimanes (a los más pequeños se los puede tener en brazos). Y no hace falta tener el espíritu de Cocodrilo Dundee para deleitarse con la imagen de los animales navegando en medio de una sinfonía salvaje jamás antes oída.
Las puestas de sol, o el tour del amanecer, permiten descubrir paisajes increíbles, que parecen sacados de una pintura. También se pueden realizar caminatas para conocer una variedad de especies de flora y fauna que nunca más volveremos a ver: el urucu (una flor que los indígenas todavía emplean para pintarse la cara), las orquídeas en todas las variedades y colores, y el guacamayo, un símbolo. En el camino, alguien quizás nos sorprenda enrollándonos una boa –inofensiva– por el cuello.
El valor adicional en este viaje es que los guías, descendientes naturales de los indígenas de la región, transmiten todos los secretos que esconde la selva. También se pueden visitar algunas aldeas de aborígenes de la región y comprar sus artesanías. En la Amazonia viven unos 170.000 indígenas, pero se sabe que hay por lo menos unos 53 grupos aislados, sin contacto con nuestra civilización.
También vale la pena reservarse un tiempo para recorrer las instalaciones del hotel, único en el mundo. Nadar en las dos piletas con vista a la selva, subir hasta la Torre de la Paz –la más alta del planeta construida en madera– y disfrutar de una excepcional vista panorámica, o simplemente descansar en la Pirámide de la Felicidad, una construcción de cristal del mismo tamaño y orientación solar de la célebre pirámide egipcias de Keops. Hay quienes recomiendan este lugar como ideal para recuperar la energía directamente de las fuerzas de la naturaleza en su estado más puro.
Por aquí, se internaron en el más profundo de los verdes “exploradores” célebres como Bill Gates, el corredor de fórmula Uno, Jacques Villeneuve, la actriz Susan Sarandon y el director de cine, Roman Polanski, además de varios miembros de las familias reales de España y Suecia. Y, ya saben, para todos los que desde chicos soñaron con Daktari y disfrutaban viendo las aventuras de Tarzán, el Amazonas es un lugar ideal para vivir, aunque sea por unos pocos días, como reinas y reyes de la selva.
IMPRESCINDIBLES DE LA SELVA
Qué llevar
Bronceador y protector solar: Las excursiones se realizan en canoas y a pleno sol.
Sombrero o gorra: para soportar las horas de sol más fuerte.
Impermeable: las lloviznas suelen ser frecuentes.
Repelente para mosquitos: no hay que temer a las picaduras, pero un buen repelente ayuda.
Rollos de fotos y pilas para la cámara: fuera de Manaos no se consigue.
Ropa cómoda y liviana: el equipo ideal es remera o camisa de manga corta, pantalones largos y de tela liviana, zapatillas y botas de goma.
Qué traer
Artesanías: realizadas por los nativos con elementos del lugar, como semillas, frutos disecados, plumas y escamas de pescados.
Para la casa: pirañas disecadas (desde $ 3), máscaras ($ 10) y cerbatanas ($ 5).
Para el placard: unos conjuntos de polleras de juncos y corpiños de coco ($ 12).
Eso sí: el regateo es regla del lugar.
APTA PARA TODO PÚBLICO
Tour Ecológico/Aventura: es EL destino para los amantes de la naturaleza.
El hotel Ariaú Amazon Towers, junto con instituciones ecológicas locales, desarrolla programas educativos, además de organizar seminarios y workshops.
Es ideal para aquellos a los que le gusta viajar y meterse en la flora y fauna
(acá se puede ver al extraño delfín rosado) de un paraíso ecológico. Un dato: en los últimos tres años, el 13 % del Amazonas fue talado, alterando el ecosistema del lugar. Las temperaturas (hace poco impensadas) llegan hasta los 51º.
Tour romántico: para los que quieren pasar una luna de miel diferente,
“La casa de Tarzán” es la suite más exótica del hotel Ariaú Amazon Towers, construida a 36 metros de altura, en la copa de un castanharana. ¿Para hacer? Un paseo en lancha, para ver el amanecer o el atardecer. ¡Imperdibles!
Tour familiar: el hotel Ariaú Amazon Towers ofrece planes de hasta un 50 % de descuento en las tarifas para los chicos de entre 6 y 12 años y también prepara excursiones y actividades especiales para hombres y mujeres de la tercera edad. Lo que importa es el espíritu.
MINIGUÍA
Cómo llegar: El vuelo en Varig, Buenos Aires-Manaos (escala en San Pablo), cuesta $ 624, ida y vuelta, con impuestos.
Para quedarse: En la selva, el paquete de 3 días y 2 noches en el hotel Ariaú Amazon Towers, habitación doble, con aire acondicionado, pensión completa y excursiones incluidas: $ 406. Paquete combinado ciudad de Manaos y hotel de selva (con aéreo): 2 noches Hotel Tropical Manaos, con desayuno, traslados, city tour y 1 excursión, más 2 noches en Hotel Ariaú Amazon Towers, pensión completa, traslados, excursiones (avistamiento de caimanes, pesca de pirañas, caminata por la jungla, visita aldea nativa): $ 1.260.
Aviso: no es necesario vacunarse, pero las más precavidas pueden hacerlo contra la fiebre amarilla (10 días antes) y tomar comprimidos contra la malaria (una semana antes, durante la estadía y 4 días después de la vuelta).
Más información: Scotland Travel (Juncal 838, Tel: 6333-3336, www.scotlandtravel. com). www.ariautowers.com.br
fuente: parati.com.ar
Una vez inmersos en la región de la amazonia brasilera –formada por 8 estados al norte del país– no hace falta que nos digan que, con 6,5 millones de kilómetros cuadrados, este lugar es una de las más importantes fuentes de oxígeno del mundo. Es el pulmón de la Tierra y corazón de un viaje-aventura, que ya empieza a latir en Manaos, ciudad capital del mayor estado de Brasil, y un lugar muy pintoresco que vale la pena conocer.
Una vez inmersos en la región de la amazonia brasilera –formada por 8 estados al norte del país– no hace falta que nos digan que, con 6,5 millones de kilómetros cuadrados, este lugar es una de las más importantes fuentes de oxígeno del mundo. Es el pulmón de la Tierra y corazón de un viaje-aventura, que ya empieza a latir en Manaos, ciudad capital del mayor estado de Brasil, y un lugar muy pintoresco que vale la pena conocer.
Caminando por sus callecitas se pueden apreciar majestuosos edificios que se mantienen en pie, un siglo después de la época dorada que vivió esta región a partir de la extracción del caucho. En este circuito por el casco urbano, dos paradas imperdibles son el teatro de la Opera y el Mercado del Puerto, un lugar ideal para quienes buscan artesanías o quieren probar la cocina regional: pirarucú a la plancha y sopa de pirañas –ambas hechas con los peces más tradicionales de la zona, bananas fritas y dos frutas típicas, la carambola y el bacuri.
Zona de aventuras
Las lanchas camino a la selva salen del embarcadero del Hotel Tropical Manaos, a 15 kilómetros del centro de la ciudad. Tras dos horas de viaje por el Río Negro –uno de los afluentes más importantes del Río Amazonas- se llega al hotel Ariaú Amazon Towers, ubicado a 60 kilómetros al noroeste de Manaos. Es el único complejo hotelero ubicado en el corazón de la selva amazónica. Sus seis torres de madera están interconectadas por pasarelas que permiten andar a los visitantes entre las copas de los árboles. Por eso no hay que asombrarse si, camino a la habitación, una se encuentra con una familia entera de macacos, los más simpáticos monos del lugar a los que les encanta el contacto con los viajeros.
Desde ahí, las excursiones que se organizan son muy variadas y se adaptan a casi todos los diarios de viaje. Los más aventureros no pueden perderse la pesca de pirañas, o la excursión nocturna para descubrir los caimanes (a los más pequeños se los puede tener en brazos). Y no hace falta tener el espíritu de Cocodrilo Dundee para deleitarse con la imagen de los animales navegando en medio de una sinfonía salvaje jamás antes oída.
Las puestas de sol, o el tour del amanecer, permiten descubrir paisajes increíbles, que parecen sacados de una pintura. También se pueden realizar caminatas para conocer una variedad de especies de flora y fauna que nunca más volveremos a ver: el urucu (una flor que los indígenas todavía emplean para pintarse la cara), las orquídeas en todas las variedades y colores, y el guacamayo, un símbolo. En el camino, alguien quizás nos sorprenda enrollándonos una boa –inofensiva– por el cuello.
El valor adicional en este viaje es que los guías, descendientes naturales de los indígenas de la región, transmiten todos los secretos que esconde la selva. También se pueden visitar algunas aldeas de aborígenes de la región y comprar sus artesanías. En la Amazonia viven unos 170.000 indígenas, pero se sabe que hay por lo menos unos 53 grupos aislados, sin contacto con nuestra civilización.
También vale la pena reservarse un tiempo para recorrer las instalaciones del hotel, único en el mundo. Nadar en las dos piletas con vista a la selva, subir hasta la Torre de la Paz –la más alta del planeta construida en madera– y disfrutar de una excepcional vista panorámica, o simplemente descansar en la Pirámide de la Felicidad, una construcción de cristal del mismo tamaño y orientación solar de la célebre pirámide egipcias de Keops. Hay quienes recomiendan este lugar como ideal para recuperar la energía directamente de las fuerzas de la naturaleza en su estado más puro.
Por aquí, se internaron en el más profundo de los verdes “exploradores” célebres como Bill Gates, el corredor de fórmula Uno, Jacques Villeneuve, la actriz Susan Sarandon y el director de cine, Roman Polanski, además de varios miembros de las familias reales de España y Suecia. Y, ya saben, para todos los que desde chicos soñaron con Daktari y disfrutaban viendo las aventuras de Tarzán, el Amazonas es un lugar ideal para vivir, aunque sea por unos pocos días, como reinas y reyes de la selva.
IMPRESCINDIBLES DE LA SELVA
Qué llevar
Bronceador y protector solar: Las excursiones se realizan en canoas y a pleno sol.
Sombrero o gorra: para soportar las horas de sol más fuerte.
Impermeable: las lloviznas suelen ser frecuentes.
Repelente para mosquitos: no hay que temer a las picaduras, pero un buen repelente ayuda.
Rollos de fotos y pilas para la cámara: fuera de Manaos no se consigue.
Ropa cómoda y liviana: el equipo ideal es remera o camisa de manga corta, pantalones largos y de tela liviana, zapatillas y botas de goma.
Qué traer
Artesanías: realizadas por los nativos con elementos del lugar, como semillas, frutos disecados, plumas y escamas de pescados.
Para la casa: pirañas disecadas (desde $ 3), máscaras ($ 10) y cerbatanas ($ 5).
Para el placard: unos conjuntos de polleras de juncos y corpiños de coco ($ 12).
Eso sí: el regateo es regla del lugar.
APTA PARA TODO PÚBLICO
Tour Ecológico/Aventura: es EL destino para los amantes de la naturaleza.
El hotel Ariaú Amazon Towers, junto con instituciones ecológicas locales, desarrolla programas educativos, además de organizar seminarios y workshops.
Es ideal para aquellos a los que le gusta viajar y meterse en la flora y fauna
(acá se puede ver al extraño delfín rosado) de un paraíso ecológico. Un dato: en los últimos tres años, el 13 % del Amazonas fue talado, alterando el ecosistema del lugar. Las temperaturas (hace poco impensadas) llegan hasta los 51º.
Tour romántico: para los que quieren pasar una luna de miel diferente,
“La casa de Tarzán” es la suite más exótica del hotel Ariaú Amazon Towers, construida a 36 metros de altura, en la copa de un castanharana. ¿Para hacer? Un paseo en lancha, para ver el amanecer o el atardecer. ¡Imperdibles!
Tour familiar: el hotel Ariaú Amazon Towers ofrece planes de hasta un 50 % de descuento en las tarifas para los chicos de entre 6 y 12 años y también prepara excursiones y actividades especiales para hombres y mujeres de la tercera edad. Lo que importa es el espíritu.
MINIGUÍA
Cómo llegar: El vuelo en Varig, Buenos Aires-Manaos (escala en San Pablo), cuesta $ 624, ida y vuelta, con impuestos.
Para quedarse: En la selva, el paquete de 3 días y 2 noches en el hotel Ariaú Amazon Towers, habitación doble, con aire acondicionado, pensión completa y excursiones incluidas: $ 406. Paquete combinado ciudad de Manaos y hotel de selva (con aéreo): 2 noches Hotel Tropical Manaos, con desayuno, traslados, city tour y 1 excursión, más 2 noches en Hotel Ariaú Amazon Towers, pensión completa, traslados, excursiones (avistamiento de caimanes, pesca de pirañas, caminata por la jungla, visita aldea nativa): $ 1.260.
Aviso: no es necesario vacunarse, pero las más precavidas pueden hacerlo contra la fiebre amarilla (10 días antes) y tomar comprimidos contra la malaria (una semana antes, durante la estadía y 4 días después de la vuelta).
Más información: Scotland Travel (Juncal 838, Tel: 6333-3336, www.scotlandtravel. com). www.ariautowers.com.br
fuente: parati.com.ar
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