Dicen que somos histéricas, que estamos dentro de las más lindas del mundo, que hacemos shopping todo el día, que nos obsesiona la comida y vivimos a dieta, que soñamos con ser flacas, casarnos y tener hijos. Pero también dicen que cada vez pisamos más fuerte, que somos independientes, que podemos mantener una familia, que nos destacamos en el estudio y que los bancos, tarjetas de crédito y grandes empresas pelean por seducirnos. Pero, ¿cómo somos, qué queremos y hacia dónde vamos en este nuevo siglo? En este informe revelador descubrí qué te une y qué te diferencia de la mayoría de las mujeres que te rodean.
Por Alejandro Piscitelli, Doctor en Sociología, profesor de la Universidad Austral.
En los últimos 30 años cambiaron mucho las responsabilidades de la mujer. Según datos objetivos, hay cada vez más jefas de familia. La entrada al mercado laboral modificó su vida. Posee un protagonismo y una independencia de la que antes carecía. Además, en los últimos 40 años, se fue modificando la estructura familiar. Se ve al matrimonio desde otra perspectiva. La mujer hoy se permite posponerlo y se casa cada vez más grande. Pero no reniega del vínculo. Actualmente, en la vida de la mujer argentina existe un tironeo entre la familia y la profesión. Está comprometida con las dos cosas, pero no se siente plena en ninguna de ellas. Esto también sucede porque no existen facilidades en el ámbito estatal para hacer más fácil la tarea: las leyes no ayudan a que una mujer pueda trabajar y tener hijos, faltan guarderías, licencias, etc. Por esta carencia, muchas terminan teniendo menos hijos de los que en realidad quisieran.
¿QUE QUIERE LA MUJER ARGENTINA?
Por Nora D’Alessio, socióloga
Todo depende de la edad y el nivel socioeconómico. Para la mujer de 30, el tema de la pareja es muy importante. Y se convierte en una preocupación, ya que los jóvenes de la misma edad no quieren compromisos. Son relaciones light, que le provocan mucha angustia. En las profesionales de 28 a 35, este es el problema central de su vida. Muchas quieren una pareja y una familia. El caso de las mujeres de menor nivel socioeconómico es diferente porque, aunque tengan marido, en realidad ellas mantienen el hogar, ya que es más fácil conseguir empleo doméstico. Las de más de 40 tienen en su hogar el “síndrome del nido vacío”. Ya no son necesarias como madres full time, y se buscan ocupaciones alternativas, por ejemplo, se convierten en eternas estudiantes. El amor sigue siendo un tema importante para todas. Las mujeres siguen hablando de amor, se siguen arreglando para agradar al hombre y competir con las demás y así levantar su autoestima.
PROMEDIOS SUPERIORES
Por el Dr. Carlos A. Capdevila, Consultor en Clínica Médica y fundador del CEMIC (Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas)
Cuando comenzó la carrera de medicina, en 1940, sólo había una mujer inscripta. Desde que el CEMIC inició la residencia médica (en clínica), hace más de 40 años, prácticamente entraba una de cada diez. Ese promedio fue aumentando al punto de que ahora se ha igualado el número de mujeres y de hombres médicos. Los mejores promedios, en aquel entonces, eran de mujeres. Actualmente hay un alto porcentaje de mujeres en Medicina: superan a los hombres. Esto se debe a que la mujer elige según un criterio de vocación, no por la paga. Los promedios más altos dentro de la carrera aún hoy corresponden a ellas.
Texto: E. Guevara
Fotos: A. Atlántida
fuente: parati.com.ar
Por Alejandro Piscitelli, Doctor en Sociología, profesor de la Universidad Austral.
En los últimos 30 años cambiaron mucho las responsabilidades de la mujer. Según datos objetivos, hay cada vez más jefas de familia. La entrada al mercado laboral modificó su vida. Posee un protagonismo y una independencia de la que antes carecía. Además, en los últimos 40 años, se fue modificando la estructura familiar. Se ve al matrimonio desde otra perspectiva. La mujer hoy se permite posponerlo y se casa cada vez más grande. Pero no reniega del vínculo. Actualmente, en la vida de la mujer argentina existe un tironeo entre la familia y la profesión. Está comprometida con las dos cosas, pero no se siente plena en ninguna de ellas. Esto también sucede porque no existen facilidades en el ámbito estatal para hacer más fácil la tarea: las leyes no ayudan a que una mujer pueda trabajar y tener hijos, faltan guarderías, licencias, etc. Por esta carencia, muchas terminan teniendo menos hijos de los que en realidad quisieran.
¿QUE QUIERE LA MUJER ARGENTINA?
Por Nora D’Alessio, socióloga
Todo depende de la edad y el nivel socioeconómico. Para la mujer de 30, el tema de la pareja es muy importante. Y se convierte en una preocupación, ya que los jóvenes de la misma edad no quieren compromisos. Son relaciones light, que le provocan mucha angustia. En las profesionales de 28 a 35, este es el problema central de su vida. Muchas quieren una pareja y una familia. El caso de las mujeres de menor nivel socioeconómico es diferente porque, aunque tengan marido, en realidad ellas mantienen el hogar, ya que es más fácil conseguir empleo doméstico. Las de más de 40 tienen en su hogar el “síndrome del nido vacío”. Ya no son necesarias como madres full time, y se buscan ocupaciones alternativas, por ejemplo, se convierten en eternas estudiantes. El amor sigue siendo un tema importante para todas. Las mujeres siguen hablando de amor, se siguen arreglando para agradar al hombre y competir con las demás y así levantar su autoestima.
PROMEDIOS SUPERIORES
Por el Dr. Carlos A. Capdevila, Consultor en Clínica Médica y fundador del CEMIC (Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas)
Cuando comenzó la carrera de medicina, en 1940, sólo había una mujer inscripta. Desde que el CEMIC inició la residencia médica (en clínica), hace más de 40 años, prácticamente entraba una de cada diez. Ese promedio fue aumentando al punto de que ahora se ha igualado el número de mujeres y de hombres médicos. Los mejores promedios, en aquel entonces, eran de mujeres. Actualmente hay un alto porcentaje de mujeres en Medicina: superan a los hombres. Esto se debe a que la mujer elige según un criterio de vocación, no por la paga. Los promedios más altos dentro de la carrera aún hoy corresponden a ellas.
Texto: E. Guevara
Fotos: A. Atlántida
fuente: parati.com.ar
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