Nueva York y Londres son, sin lugar a dudas, dos de las grandes mecas de la decoración. El arquitecto Jorge Muradas recorrió las mejores vidrieras de ambas ciudades para contarnos qué están ofreciendo los locales más destacados.
Jorge Muradas en un alto de su paseo de decoración.
6El local de Lost City Arts invita a una recorrida por la decoración del siglo, poniendo especial énfasis en los muebles y objetos de los años 30, 40 y 50. Allí se dan cita los grandes del diseño, como Mies van der Rohe, Jacobsen y Saarinen.
Themes & Variations, en Londres, vende sillones y muebles de los años 30, 40 y 50, pero con colores ultramodernos, como el rojo y el anaranjado. Además, apela a los diseños de los grandes maestros de la decoración.
En pleno 2000, las mejores vidrieras de Nueva York y Londres proponen un verdadero paseo por el siglo XX. Diseños modernos pero con reminiscencias de los años 30, 40, 50 y 60 son una constante en cualquiera de las dos ciudades. Dentro de esta propuesta –muy vanguardista, por cierto–, el color cobra fuerza con variantes donde gana el violeta –en todas sus gamas, del lila al berenjena– pero también el turquesa, el rojo y el anaranjado. Como neutros, se imponen el celeste y el vainilla.
En forma paralela a esta tendencia, sigue presente el mejor diseño italiano, los muebles de líneas puras y rectas, y los accesorios que se enrolan en las filas del Feng Shui.
fuente: parati.com.ar
Jorge Muradas en un alto de su paseo de decoración.
6El local de Lost City Arts invita a una recorrida por la decoración del siglo, poniendo especial énfasis en los muebles y objetos de los años 30, 40 y 50. Allí se dan cita los grandes del diseño, como Mies van der Rohe, Jacobsen y Saarinen.
Themes & Variations, en Londres, vende sillones y muebles de los años 30, 40 y 50, pero con colores ultramodernos, como el rojo y el anaranjado. Además, apela a los diseños de los grandes maestros de la decoración.
En pleno 2000, las mejores vidrieras de Nueva York y Londres proponen un verdadero paseo por el siglo XX. Diseños modernos pero con reminiscencias de los años 30, 40, 50 y 60 son una constante en cualquiera de las dos ciudades. Dentro de esta propuesta –muy vanguardista, por cierto–, el color cobra fuerza con variantes donde gana el violeta –en todas sus gamas, del lila al berenjena– pero también el turquesa, el rojo y el anaranjado. Como neutros, se imponen el celeste y el vainilla.
En forma paralela a esta tendencia, sigue presente el mejor diseño italiano, los muebles de líneas puras y rectas, y los accesorios que se enrolan en las filas del Feng Shui.
fuente: parati.com.ar
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