PLATERIA

Los periódicos del siglo XIX aconsejaban lavar la plata sumergiendola en cuajada para que quedara bien brillante, para luego lavarla y sacarle lustre con una gamuza.
Hoy en día, la mejor técnica para limpiar la plata consiste en incelar las piezas con una solución de tiza disuelta en agua que se deja actuar durante algunos minutos. Para los intersticios, deben usarse cepillos de cerda. Después se procede a enjuagar la pieza y a lustrarla.

Para mantenerlas, lo mejor es pasarles alcohol fino y lustrarlas con una franela.
La piezas de plata deben guardarse en bolsas de polietileno porque, si se dejan sin cubrir, el oxígeno del aire las ennegrece.
Esta técnica, que se remonta a la época de los egipcios, consiste en hacer un molde de yeso formado por dos mitades cuyas capas internas se recubren con cera. En la parte superior de la unión de las dos mitases se encuentra un orificio por donde se vierte plata líquida. La cera que está en el interior se derrite y sale por el orifucio inferior. De ado por la cera es reemplazado por la plata. Cuando esta fragua, se rompe el molde para extraer la pieza.
fuente: parati.com.ar